lunes, octubre 25, 2004

Barcelona, 251004
1:47 h
Este es un clásico de mi mente.
Es evidente para casi todos que Darwin no tenía razón, o al menos no del todo. Su teoría de la evolución tenía fecha de caducidad, que yo sitúo entre mediados del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Si no, ¿qué harían personas como Julián Muñoz o Pilar Rahola teniendo descendencia? ¿Eso es la prevalencia del más fuerte o del más gilipollas? Dentro de esta macroteoría, se puede encontrar también la microteoría, que asegura que toda persona nacida a partir de la década de los 80, y especialmente en esa década, tiene un orden de magnitud menos de neuronas que los que han nacido antes, sobre todo en la década de los 70.
Con todo, nos encontramos en la cuesta abajo. Por eso me pregunto qué habría sido de los grandes genios si hubieran nacido en el siglo XX, o en el XXI. Con grandes genios no me refiero a Prince, que tiene el genio en el ojete. Me quiero centrar en personas de un ámbito como el musical o el literario. ¿Qué sería Bach en el siglo XXI? ¿Y Mozart? ¿Y Cervantes? ¿Y Shakespeare? No habrían tenido las mismas influencias ni las mismas circunstancias que en su vida real. Tal vez algunas cosas habrían sido mejores para ellos, Mozart habría vivido más, al igual que Mendelssohn. Pero ¿hasta dónde hubieran llegado si hubieran pasado su infancia, adolescencia y juventud viendo programas como A tu lado, Hospital Central, Gran Hermano o Crónicas Marcianas? Si en vez de escuchar a sus padres hacer música, o leer a sus contemporáneos, hubieran tenido que soportar a David Bisbal, Karmele Marchante o Carmen Hornillos... ¿Bebiendo botellón, escuchando bakalao, fumando de todo...? ¿Alguien puede componer la Passacaglia en Do Menor, la sinfonía 41, el Quijote, Otelo, etc, leyendo el Qué Me Dices o viendo Salsa Rosa?