Madrid, 210804, 20:09.
No suena nada.
Cuando dicen que nada es gratis, parece que lo dicen con conocimiento de causa. Parece ser que los megacomunicadores Gran Wyoming (qué vergüenza para la Prospe) y Júlia (Julia cuando es para el resto del Estado opresor) Otero vuelven al cortijo de TVE. No han esperado ni un año para volver a meter el cazo en la televisión pública, que claro, antes era deficitaria económica y culturalmente, pero ahora va a ser progre, ahora que hay más anuncios de las Fuerzas Armadas por metro cuadrado que en la Fox. El afamado Wyoming, que tanto se quejó cuando Telecinco, una televisión privada que sólo depende de sus resultados, y no de ningún ente público, suprimió su programa (más visto que el tebeo) después de sólo 4 o 5 temporadas en antena, achacándolo todo a la censura por parte del Gobierno (hecho que nunca se ha demostrado y por el que parece que nadie pide perdón... Hay que resaltar que fue la Gran Louisiana la que se quejó, nadie más de sus múltiples colaboradores), y que nada dijo cuando el Gobierno socialista, allá por principios de los 90, se cepilló a la tercera o cuarta emisión El peor programa de la semana, un espacio por otra parte bastante interesante, después de una entrevista polémica con no sé quién (parece que entonces no había censura y todo era preciosísimo... Bueno, menos para Lasa y Zabala), vuelve para martirizarnos con sus 10 chistes iguales y repetidos y con sus agradables gotas de sudor encima del labio superior... Después de una temporada en la que los amigos de PRISA le han dado cobijo, a falta de algo que llevarse a la boca, en Hoy por hoy de la Cadena Ser (en donde llegó a afirmar que la democracia había vuelto con la derrota del PP... Se ve que la tal democracia es muy amiga suya y ha sido nombrada directora de RTVE) y el Club de la Comedia de Canal Plus... Ahora, a seguir dando por culo pagado por los impuestos de aquellos que votaron al partido antidemocrático, por ejemplo. El dinero es igual de limpio venga de donde venga. Siguiendo con los ejemplos, uno de cara dura elevada al cubo, atizo al PP día tras día, porque, evidentemente, cuando los otros entren en el rancho, yo voy a tener mi parcelita. Se trata de un personaje con un liderazgo ideológico que deja bien a las claras lo que pasa en un país en donde las ministras progres, sociatas y feministas (¿ein?) se apuntan a salir en Vogue y Marie Claire con modelitos y pieles, porque ellas lo valen... Ole el feminismo con dos cojones. Un tipo al que vi el otro día en una conversación con Martirio (sí, todos los grandes pensadores tienen sus programitas en las televisiones públicas, en este caso, Canal 9) que parecía un diálogo de besugos, en el que ninguno de los dos era capaz de terminar una frase semánticamente inteligible o de decir algo medianamente inteligente.
Qué decir de la otra, que tanto se quejó cuando se la cepillaron de Onda Cero, creo, por no sé qué cojones, a dedo, y que no dice nada cuando la nombran directora de un programa en RTVE, también a dedo. "Me echaron porque no les caigo bien o porque mi ideología es súper progre y tal y cual", tendría que haber dicho, "me cobijé (sí, como el Gran Kentucky) en TV3, la teva, y ahora, como le caigo tan bien a Carmen Caffarel y a los del PSOE, me vuelven a fichar, cobrando una pasta gansa, para un programa... ¿De entrevistas, tal vez? Cuando me echen, siempre me quedará TV3, qué coño la teva... ¡La meva, gilipollas! Soy súper catalanista, pero cuando se trata del parné, me da igual volver a la tele estatal y que me paguen todos esos españoles gilipollas..."
Ahora falta el rey del pollo frito, Carmen Alborch o alguna lumbreras, mientras gente como Savater ni aparece... Coño, haz algo, Fernando, que estás en la comisión esa de la tele pública...