domingo, abril 22, 2007

¡A crispar!

A propósito de hoy, aprovecho la oportunidad que me brinda este espacio gratuito para reivindicar la crispación, entendida como el derecho a no querer comulgar con ruedas de molino, a no tragar con lo que consideramos injusto y sobre todo estúpido, aunque se vaya contracorriente, aunque se evite la corrección política, aunque El País diga lo contrario. Crispemos, pues, mientras nos dejen.

Por ejemplo, contra el cambio climático, un, dos, tres, responda otra vez.