miércoles, junio 08, 2005

Ciutadans

Simplemente remarcar la incorporación de la web del Manifiesto a mis favoritos. Pasáos a leer lo más potable que ha surgido por estos lares en años.

miércoles, junio 01, 2005

Hacerse el sueco

Se acerca el momento en el que tiene que salir del hotel, después de haber estado los últimos 3 días comiendo por cuatro y bebiéndose hasta el agua de los floreros. Para el presidente de la UEFA, Mr Johansson, lo mejor de las finales europeas es el hotelazo, las comidazas, las botellazas y probablemente las putazas que se ventila. Por no hablar del peloteo. Lo peor es el partido. Aunque sea una final de Champions.


"A ver si me toca el reintegro..."


Llega el final, y tiene que mover sus 120 kilos para levantarse del palco, bajar hasta el césped (que pena de zapatos, la humedad y la tierra no van nada bien para el ante) y entregar la copa. Y él con esas ojeras y esas ganas de salir pitando hacia la siguiente pitanza.


"Érais buenos los de la Naranja Mecánica"


Ha ganado el Liverpool, pero a él le da igual. Sólo conoce a Ronaldo y Beckham, y únicamente por las jarchas que les suelen acompañar. Después de las medallitas de rigor, hay que dar la Copa, la Orejuda, el Símbolo que le permite ganar esa pasta interminable cada año, al capitán del equipo ganador. Se acercan dos jugadores, los dos con cara de estibadores del puerto de Liverpool. Dos scousers. Hasta los tiffosi del Milán saben quién es el capitán del Liverpool: Steven Gerrard, el tipo malencarado y pelirrojo que, además, ha metido el primer gol de la final y ha provocado el penalti del tercero. Sin embargo, Mr Johansson, bolsillo de derechas, corazón de izquierdas (o eso dice él, porque siempre es mejor ir de progre por la vida), le quiere dar la Copa al jugador que tiene a su izquierda. Pero el pobre Jamie Carragher, aun con ganas de levantar la Copa, tiene que explicarle a Mr Johansson que no, que el capitán es el otro, el de la derecha. Sí, ése por el que dicen que se pelean Chelsea y Madrid, el símbolo del Liverpool, jugador básico en la selección inglesa, uno de los más caros, mejores y mediáticos del fútbol inglés y europeo. Sí, ése, ése del que parte el cheque de Johansson y demás vividores. Ése al que, sin embargo, Johansson no conoce.