Mis encuentros con los famosos (I)
Algún día explicaré cómo conocí al gran Tony Genil...
¡Y nosotros a ti, Tony!
Pero hoy toca algo más actual.
Llevo varios días viajando en el mismo vagón que uno de los componentes de El canto del loco. Aaaaaaaaaaah, gritos, histeria, bragas mojadas. ¿Ya? Bueno, pues sigo... Sí, sí, ese grupillo, demostración palpable de lo mala malísima que es la industria discográfica y lo rebueno que es el top-manta y el Emule.
El caso es que el muchacho se sube en Arc de Triomf y se suele bajar en Plaza Cataluña (ya sabéis, chicas). Va acompañado de una chica, así que podemos suponer que es su novia (esta gente creo que es de Madrid, y ya sabemos que dos tetas tiran más que ciento volando).
Le he visto varias veces, pero sólo ayer dos tías rubias le pidieron dos besos y algo de conversación. La cara de la partenaire del Jesucristo Superstar era para verla...
Llevo varios días viajando en el mismo vagón que uno de los componentes de El canto del loco. Aaaaaaaaaaah, gritos, histeria, bragas mojadas. ¿Ya? Bueno, pues sigo... Sí, sí, ese grupillo, demostración palpable de lo mala malísima que es la industria discográfica y lo rebueno que es el top-manta y el Emule.
El caso es que el muchacho se sube en Arc de Triomf y se suele bajar en Plaza Cataluña (ya sabéis, chicas). Va acompañado de una chica, así que podemos suponer que es su novia (esta gente creo que es de Madrid, y ya sabemos que dos tetas tiran más que ciento volando).
Le he visto varias veces, pero sólo ayer dos tías rubias le pidieron dos besos y algo de conversación. La cara de la partenaire del Jesucristo Superstar era para verla...
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