Apuntes
Bueno, bueno, bueno... Qué bien se vive sin internet. Tiempo y ganas de leer, de ver DVDs, de estudiar, de hacer el vago, de pasear... Qué bien viene una pequeña cura de desintoxicación, a la fuerza, eso sí... No creo que tarde mucho en volver. O tal vez sí. Mientras tanto, escribo poco. Sólo se me ocurren pinceladas inconexas:
- Me sorprende alguna sugerencia de parte de alguna sección católica acerca del "sufrimiento" del Papa, y la conveniencia de terminar con ese sufrimiento pre-mortem de alguna manera. ¿En qué quedamos, eutanasia sí o no? ¿O eutanasia para quien realmente me importa, y firme derecho a la "vida" para el resto? Llamo a esta actitud el síndrome Reagan, un personaje en contra de la investigación con células madre etc, y que viendo las orejas al lobo, en forma de Alzheimer o Parkinson, ahora no estoy seguro, se convirtió en un acérrimo defensor de la investigación científica, fundando y promoviendo una Fundación, pasándose por el arco del triunfo la bioética.
- Me sorprenden aún más algunas loas a Juan Pablo II: del Gobierno español, tan ateo y anticlerical; del Gorila Rojo; de Castro... Diciendo que "combatió el neoliberalismo". Hombre, yo creo que combatir, combatir, lo que se dice combatir... El comunismo, ¿no? Que se lo digan a Lech Walesa.
- Más sorprendente aún es la reacción de una tal Montserrat Coll, directora general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya: Sí, un gran hombre, pero... No usó mucho el catalán. ¡Cachis! Un Papa que usó comúnmente más de 60 lenguas, y ni se fijó en la lengua del pasado, presente y futuro... Otro opresor españolista más. Anda que no hay...
- Me sorprende la actuación del árbitro con el escudo del Atleti en el fondo de su piscina: Pino Zamorano, no contento con sancionar a Javi Navarro con una mísera amarilla después de haber llevado casi a un coma a Arango, ayer se despachó a gusto en el Camp Nou. ¡Los árbitros siempre ayudando al Madrid! Dos penaltis (uno dudosillo, otro de risa), una expulsión (más que dudosilla), una vista gorda ante una clarísima expulsión de Deco (y van...)... Desde ayer comprendo que el Decreto-Ley está firmado desde hace tiempo. ¿Qué hubiera pasado al revés? ¿Dos penalties, una expulsión, 5 minutos de descuento (¡5!) en el Bernabéu?
- Y termino mi relación de sorpresas con las declaraciones de Javi Navarro al terminar su partido: "Esta afición me ha demostrado que merece la pena partirse la cara por ella". El subconsciente le traiciona al muchacho: No sólo la tuya, querido, o mejor dicho, no la tuya... Qué poco tacto, qué poca inteligencia.
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