lunes, enero 03, 2005

Algunos apuntes

Ahí siguen los mismos: Mar Saura, la otra morena, el tal Álex (¿este no hacía que cantaba o algo así?) y el inefable Norberto Osborne, con sus greñitas medio-mullet y su cogorza sustancial. Se ve que asoció su "éxito" en Contacto con tacto (en el que a su menú habitual de J&B añadía alguna otra droga de las denominadas "duras") con su incapacidad a la hora de encadenar dos frases seguidas, y ahí sigue, con su frac de gentleman y su gracejo medio andaluz. Decían que la baja calidad de la televisión pública era culpa de Cheluís Moreno y la permisividad del PP con los desfiles de lencería en Noche de fiesta, y hete aquí que en la primera Nochevieja de Caffarel nos tenemos que tragar la misma caspa de todos los años. Lo mejor sin duda, más allá de las actuaciones de los próceres del panorama artístico-musical de este nuestro país ( de la SGAE), como Camela (¡dos veces!), Andy & Lucas (el gordo está cada día más cebado), Sergio Dalma, Marta Sánchez o Rosa de España, fue el guión. Sí, ese incómodo minutaje entre despliegue y despliegue de talento musical que hay que rellenar con algo, con lo que sea, porque el espectador es borderline, pero no retrasado mental, ojo, y algo de sentido hay que darle a que haya 4 presentadores chupando del bote. La mejor frase fue la de la morena que no es Mar Saura, que al hablar de dónde era mejor pasar la Nochevieja, afirmó sin ningún género de vergüenza: "Lo que es yo mismamente, he pasado todas las Nocheviejas de mi vida en España. Como tiene que ser. Menos mal ". Contra la globalización, reafirmación cañí. Con dos cojones.