lunes, febrero 21, 2005

Europa

Hay que desengañarse ya: A la mayoría de los españoles no les importa nada lo que pase en Europa, ni en su Parlamento, ni nada. Lo ven demasiado lejos. El sentimiento de identidad nacional es demasiado antiguo para que algo creado artificialmente tenga atractivo. Es por ello que el referéndum ha tenido la baja participación que ha tenido, no por la mala campaña del Gobierno ni por la mala elección de la fecha, como dicen muchos partidos políticos (PP, CiU, etc).
Y es que parece algo raro cuando menos que partidos que apostaban por el Sí aún le sigan sacando pegas en una noche en la que se supone que han ganado. Nadie como Llamazares para dar ejemplo de esta paradoja. El mayor mediocre de la política española ya nos sorprendió en las últimas elecciones generales. No contento con haber llevado a IU a uno de los mayores desastres electorales de toda su historia, abrió su primera rueda de prensa tras conocerse los resultados afirmando que estaba contento porque no había ganado el PP. O sea, que IU había hecho, por supuesto, una campaña no buscando su propio beneficio, sino buscando hundir al PP. En fin, que ZP tenía razón con aquello del voto útil, por mucho que al dentista castrista le pareciera molestar en su momento. Lo importante no era ganar o sacar un resultado bueno, sino que perdiera el PP. Yo que siempre había pensado que el inepto y el mediocre se alegraba por los males ajenos antes que por los bienes propios...
Hoy ha vuelto a actuar. IU debe de ser la única formación que sigue confiando en un líder que les está llevando a la más absoluta marginalidad. Bien pensado, tal vez sea ahí donde mejor se mueve, instalada como toda izquierda radical en un victimismo del que siempre ha parecido alimentarse. Hoy, Julito se ha llevado otro revés, como otra serie de formaciones igualmente extrañas. La diferencia entre el Sí y el No creo que ha sido de casi 60 puntos. El dentista castrista es más listo que todos nosotros, obnubilados por el número mentiroso, ya que es evidente que, en realidad, ha ganado el No. ¿Por qué? Por la baja participación, que es sin duda porque los españoles rechazan la propuesta del Tratado. Porque, a pesar de las "circunstancias" del referéndum (????), a pesar de la "campaña de mentiras" del Gobierno (??????????), se ha conseguido casi un 20%. No recuerdo un referéndum en democracia con tanta diferencia entre una opción y la otra, pero vamos, que no se las den de listos los del PSOE y los del PP, porque nuestro gran estadista, de nuevo, ha vuelto a ganar y ha sido el único junto con Carod-Rovira en entender los designios ocultos (hoy más que nunca) del pueblo soberano. Como en las elecciones del 14-M.